Mr. Shark es uno de los más claros ejemplos de reconversión laboral que conocemos en el mundo del celuloide. Tras haber protagonizado algunos telefilmes de bajo presupuesto consigue el rol principal en la película de Steven Spielberg Tiburon (Jaws, 1975) con el que saltó a la fama. Parecía que Mr. Shark tenia un futuro prometedor por delante pero no supo encajar la celebridad repentina y entre las drogas, el alcohol y sus impulsos repentinos de mal humor voraz, nuestro tiburón perdió toda credibilidad y no llego a obtener ningún otro gran papel. Realizó las secuelas de Tiburón y un papel secundario en “Orca la ballena asesina” con un éxito bastante moderado. Dandose cuenta que su futuo peligraba, se preparó para cambiar de registro e intentó la comedia musical pero una vez más, sus instintos animales lo traicionaron fracasando estrepitosamente en el estrreno de “Cats” con un improvisado festín gatuno. Tras esta decepción decidió retirarse como actor y tras trabajar durante una temporada con renombrados cocineros que contaba entre sus amistades, abrió en Barcelona el restaurante de comida rápida gourmet “Shark house” alcanzando en tan solo un año una fama y reconocimiento rara vez vistos en tan poco tiempo. En el 2005, los estudios Walt Disney le presentaron el proyecto de realizar una película sobre un cocinero animal y le propusieron interpretarse a si mismo en una película autobiográfica titulada “Escualivada” pero se negó a volver al mundo del cine ya que deseaba entregarse por completo a su nueva faceta culinaria. En su lugar produjeron la famosa película “Ratatouille”, la vida del famoso ratón cocinero. Posiblemente perdió una gran oportunidad pero como declaró el año pasado al obtener su primera estrella michelín, no se arrepiente en absoluto de su decisión.
Como suele decirse lo prometido es deuda, así que voy a saldar la que contraje en el ultimo post con esta hamburguesa de inspiración japonesa.
Como contaba en mi ultimo post, compré varios ingredientes de los que aún no he hablado. El primero es el mirin, una especie de sake suave, dulzón y umami que forma parte de la conocida salsa teriyaki. Para la hacer dos hamburguesas especiales Mr. Shark preparé una salsa teriyaki a mi manera, mezclando 6 cucharadas soperas de mirin, cuatro de salsa de soja y 2 de salsa de soja aromatizada con setas. Añadí una cucharada de miel y un poco de jugo de jengibre que obtuve rallandolo y aplastandolo. Dejé macerando dos trozos de salmón de unos 75g una media hora en esta salsa. Al mismo tiempo puse en remojo el segundo ingrediente que compre en Workshop ISSé, unos filamentos secos de alga kombu.
En un recipiente aparte rehidraté también tres shiitakes. Mientras todo esto maceraba y se hidrataba realicé unos pancackes utilizando el ultimo de los ingredientes japoneses, un te verde en polvo que se conoce como matcha.
Para ello mezclé 90 g de harina con cuatro cucharadas soperas de éste te, una de sal, otra de azúcar y una pequeña de levadura. A esta mezcla le añadí un huevo, 25g de mantequilla fundida y 150 ml de leche mezclando bien antes de incorporar cada ingrediente. Para conseguir cuatro pancackes bien redondos y hermosos me ayude de unos aros pasteleros de 7cm y medio de diámetro. Los coloqué en una sartén caliente y espolvoree unos granos de sésamo antes de verter 4 cucharadas soperas de la mezcla. Cuando aparecieron burbujas en la superficie y la base estaba dorada les di la vuelta (empujando el pancacke a medio hacer hasta el fondo del aro para que este en contacto con la sartén) y les hice por el otro lado.
Coloqué sobre los pancackes el salmón macerado que previamente había marcado en una sartén y al que rocié con un poco de salsa teriyaki durante la cocción.
Para terminar salteé los shiitakes hidratados cortados en tiras junto con un trozo de jengibre del tamaño de un diente de ajo cortado en laminas. Cuando empezaron a dorarse incorporé el kombu y rehogué un minuto mas. Coloqué el sofrito sobre el salmón y lo cubrí con otro pankacke. Si lo probáis comprenderéis el éxito de Mr. Shark. ¡Umami!
Como suele decirse lo prometido es deuda, así que voy a saldar la que contraje en el ultimo post con esta hamburguesa de inspiración japonesa.
Como contaba en mi ultimo post, compré varios ingredientes de los que aún no he hablado. El primero es el mirin, una especie de sake suave, dulzón y umami que forma parte de la conocida salsa teriyaki. Para la hacer dos hamburguesas especiales Mr. Shark preparé una salsa teriyaki a mi manera, mezclando 6 cucharadas soperas de mirin, cuatro de salsa de soja y 2 de salsa de soja aromatizada con setas. Añadí una cucharada de miel y un poco de jugo de jengibre que obtuve rallandolo y aplastandolo. Dejé macerando dos trozos de salmón de unos 75g una media hora en esta salsa. Al mismo tiempo puse en remojo el segundo ingrediente que compre en Workshop ISSé, unos filamentos secos de alga kombu.
En un recipiente aparte rehidraté también tres shiitakes. Mientras todo esto maceraba y se hidrataba realicé unos pancackes utilizando el ultimo de los ingredientes japoneses, un te verde en polvo que se conoce como matcha.
Para ello mezclé 90 g de harina con cuatro cucharadas soperas de éste te, una de sal, otra de azúcar y una pequeña de levadura. A esta mezcla le añadí un huevo, 25g de mantequilla fundida y 150 ml de leche mezclando bien antes de incorporar cada ingrediente. Para conseguir cuatro pancackes bien redondos y hermosos me ayude de unos aros pasteleros de 7cm y medio de diámetro. Los coloqué en una sartén caliente y espolvoree unos granos de sésamo antes de verter 4 cucharadas soperas de la mezcla. Cuando aparecieron burbujas en la superficie y la base estaba dorada les di la vuelta (empujando el pancacke a medio hacer hasta el fondo del aro para que este en contacto con la sartén) y les hice por el otro lado.
Coloqué sobre los pancackes el salmón macerado que previamente había marcado en una sartén y al que rocié con un poco de salsa teriyaki durante la cocción.
Para terminar salteé los shiitakes hidratados cortados en tiras junto con un trozo de jengibre del tamaño de un diente de ajo cortado en laminas. Cuando empezaron a dorarse incorporé el kombu y rehogué un minuto mas. Coloqué el sofrito sobre el salmón y lo cubrí con otro pankacke. Si lo probáis comprenderéis el éxito de Mr. Shark. ¡Umami!