martes, 15 de septiembre de 2009

Donde se cuenta de como tan bien servido fuera Don Quijote de la Plancha.

He olvidado dar cuerda al blog y por falta de uso se le han desengrasado las ruedas y oxidado los engranajes. ¡Como cuesta poner de nuevo a punto la maquinaria! Me perdí en el laberinto de la pereza estival dejando mi cocina de lado y disfrutando de la cocina ajena con tanto gusto, que estuve a punto de no poder encontrar el camino de vuelta. Por suerte construí mi propio hilo de Ariadna, creando nudos en aquellos lugares que me parecieron suficientemente interesantes como para recordarlos. Algunos merecen la pena ser nombrados por mera curiosidad, otros porque me sugirieron alguna idea y por ultimo, los dorados, que son los que recomiendo de forma incondicional. Todavía me queda un gran ovillo de hilo así que iré añadiendo nudos a diestro y siniestro cuando lo crea conveniente.


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