martes, 12 de mayo de 2009

Las dulces vacaciones de un rape en Marruecos

Estaba tan tranquilo nuestro buen amigo el Rape en sus profundidades abisales programando sus futuras vacaciones, cuando unos simpáticos pescadores llamaron a su puerta proponiéndole uno de esos paquetes de vacaciones low cost que están últimamente tan de moda. Las vacaciones consistían en una semana en Paris alojado en las profundidades del Sena, vistas a la Torre Eiffel y pensión completa. Teniendo en cuenta que le habían congelado el sueldo y que el viaje que tenía previsto a Marruecos le iba a costar uno de sus ojos luminosos, la decisión fue fácil: ¡Marruecos tendrá que esperar! Cual seria su sorpresa cuando al llegar a la capital francesa, aun sin ser pez rey, ni siquiera emperador, se encontró descabezado y medio desnudo en un mercado parisino. Cuando me contaron su historia y lo vi tan triste no pude evitar traérmelo a casa para intentar proporcionarle un final feliz.


La verdad es que no me lo pensé mucho ya que la idea de hacer rape alangostado me rondaba la cabeza desde hacia tiempo. Hice una llamada estratégica para verificar la receta familiar y tras una búsqueda rápida en internet me decante por la opción al horno(la alternativa es cocerlo).

La receta clásica consiste en atar el rape para darle forma de langosta y se le embadurna de aceite y pimentón dulce. Se coloca en una fuente sobre una cama de cebolla (para que este a gusto) con un par de hojas de laurel y al horno: 10 minutos cada lado a 200 °C. Se sirve frío cortado en medallones.

Como me sentía aventurero decidí remplazar el pimentón por Ras el Hanout, una mezcla de especias utilizada en la cocina marroquí. Instantáneamente la ensalada de lechuga y la salsa rosa quedaron descartadas. Unas hojas de espinaca frescas (aliñadas con vinagre balsámico reducido) y unos rábanos caramelizados ocuparon su lugar acompañando sorprendentemente bien este rape de acento oriental.
Los rábanos caramelizados son una receta que he tomado prestada a Philippe Delacourcelle (toda una fuente de inspiración) y que me han sorprendido tan gratamente que ya estoy pensando en recetas alternativas. Su preparación es muy fácil: se juntan en una sartén los rábanos (bien lavados y dejando un poco del tallo) una cucharada de mantequilla, otra de miel y un vasito de agua. Se añade sal y pimienta y se deja evaporar el agua hasta que la miel caramelice.
Espero que el rape disfrutase de sus vacaciones tanto como yo.

4 comentarios:

  1. Sin lugar a dudas tiene una pinta excelente!!! Aprovechando este puente en Madrid voy a ver si encuentro en el mercado otro rape que haya pillado un low cost de vacaciones pero esta vez a Madrid!!!
    Os cuento como queda cosa!!!

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  2. Muy bueno! A ver cuando preparas una manada de rapes y nos invitas a cenar! :D Esperamos nuevas entradas!

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  3. La semana pasada se me escapo un banco de rapes universitarios en viaje fin de estudios. Les oí decir que después de Paris iban a Madrid así que Álvaro, igual tienes suerte!

    Ayer tuve un combate de 10 rounds con la nueva entrada y me venció por K.O. Me estoy entrenando para la revancha.

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  4. Pues creo que si pille uno de esos rapes universitarios, el finde pasado me anime con la receta del rape pero empleé la versión en la que se cuece y se acompaña con espárragos, huevo cocida e hice una mayonesa especiada con un poco de mostaza, pimienta y el surtido de hierbas que tengo de Paris, la próxima con más tiempo me animo a asarlo y hacer los rábanos caramelizados.

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